Verduras que se recolectan en otoño
La llegada del otoño supone una evolución muy significativa del clima, lo que influye no solo en el armario, sino también en la nevera. La bajada de las temperaturas nos empuja a consumir alimentos diferentes. Es necesario llevar un dieta equilibrada y saludable, que aporte al organismo todos los nutrientes que necesita. Este cambio en el clima también marca una nueva época de recolecta, ya que, aunque gracias a la ultracongelación de las verduras podemos consumirlas en cualquier momento del año, éstas se recolectan en su momento óptimo de maduración para que sus propiedades se conserven durante todo el proceso hasta llegar al congelador. Algunas de las verduras que se recolectan en esta época del año son la cebolla, las espinacas, la zanahoria, la patata, la judía verde o el maíz, entre otras.
Espinacas
La recolecta de la espinaca comienza en septiembre y finaliza en junio, por lo que abarca todo el año, excepto los meses de más calor. La espinaca está compuesta en su mayoría por agua. Aún así, contiene una gran cantidad de vitaminas, fibras y minerales. Se trata de un alimento antioxidante y muy bajo en grasas e hidratos de carbono, indispensable en una dieta equilibrada. Las espinacas aportan de forma natural vitaminas y minerales, perfectos para afrontar la llegada del frío, destacan el calcio, el hierro, el potasio, el magnesio o el fósforo. Respecto a su contenido en vitaminas, contiene un alto nivel de vitamina A, vitamina C, vitamina E, vitamina K, como así también vitaminas del grupo B y ácido fólico.
En general, se trata de un alimento completo, perfecto como plato único o como acompañamiento de otros alimentos. Es apropiado tanto para la comida como para cena, porque a pesar de resultar ligero, aporta al organismo una gran cantidad de energía.
Zanahoria
Durante el mes de septiembre comienza la recogida de la zanahoria, que abarca hasta finales de abril, cuando comienzan a aumentar las temperaturas. Se trata de uno de los alimentos más comunes de la dieta mediterránea, presente en un gran número de platos y recetas que se consumen en todas las épocas del año. La zanahoria es muy conocida por ser buena para la vista y para el bronceado. Sin embargo, contiene un gran número de beneficios para el cuerpo. La zanahoria estimula el apetito, en su versión menos cocinada, fortalece las encías y los dientes, es rica en potasio y fósforo, fortalece las uñas y el cabello gracias a su contenido en betacaroteno. Además, es muy rica en agua, por lo que se convierte en un perfecto antioxidante.
Existen numerosas formas de preparar la zanahoria, al vapor, hervida, cruda, cocinada o licuada. Su presencia en un gran número de recetas tradicionales la convierte en un indispensable a la hora de llevar una dieta variada y equilibrada.
Judía verde
Las judías verdes comienzan a recolectarse en junio, hasta el mes de octubre. Por lo que el otoño marca el final de la recolecta de esta verdura, que, de forma muy común, se consume en todas las épocas del año. Las judías verdes contienen una gran cantidad de nutrientes, vitaminas y minerales. Fortalecen el sistema inmunológico gracias a las vitaminas A y C y zinc. Su alto contenido en fibra frena el estreñimiento y su concentración de magnesio y potasio previene un gran número de enfermedades, como el asma, la artritis, las infecciones de oído o los resfriados, entre otros. Además, las judías verdes combaten el colesterol, mejoran la memoria y son un potente antioxidante. Consumir judías verdes supone un plus de energía para el organismo.
Maíz
La recolecta del maíz se produce entre julio y octubre, se trata de un alimento rico en minerales y vitaminas A, B y E. El maíz es un gran antioxidante, perfecto para la prevención de enfermedades cancerígenas. Su vitamina A fortalece la vista y la piel, y su gran contenido en minerales, cobre, hierro, magnesio, zinc y fósforo, previene la aparición de la anemia. Además, tiene un alto contenido en fibra, lo que mejora las digestiones, así como los niveles de colesterol y glucosa en el cuerpo.
Hay muchas formas de consumir en maíz, la más común, en ensaladas. Es un perfecto acompañante de otros alimentos, en cualquier momento del día y en cualquier época del año.
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