Los valores nutricionales en las verduras congeladas
Es bien sabido que las verduras aportan muchos beneficios desde el punto de vista nutricional y que ayudan a prevenir de enfermedades. Con su ingesta se obtienen micronutrientes como vitaminas y minerales, esenciales para el cuerpo humano. Y en ese sentido, las verduras congeladas son tan nutritivas o más que las frescas.
Esta afirmación es sencilla de explicar; el producto fresco puede llevar almacenado semanas, mientras que el producto congelado es procesado justo después de su recogida.
Existen diversos estudios nutricionales que lo demuestran y coinciden en que hay verduras congeladas (brócoli, zanahoria, coles…) que conservan incluso más nutrientes que las frescas. Así, un equipo de investigadores de la Universidad de Chester descubrió que, gracias a que durante el proceso de congelación se paraliza la degradación de los nutrientes, los alimentos congelados en realidad contienen más antioxidantes que los productos frescos.
Las verduras son importantes para el organismo porque, sobre todo, se encargan de regular el tránsito intestinal y porque las vitaminas que aportan modulan muchos procesos metabólicos. Todos los vegetales tienen un alto porcentaje de agua e hidratos de carbono, minerales y vitaminas. De estas últimas, incluyen las vitaminas A, B2, B8, B9 o C, entre otras. Estas vitaminas mantienen al organismo vivo: intervienen en la producción de energía, regulan el funcionamiento del sistema nervioso y circulatorio, mantienen la estructura ósea y muscular e influyen en la síntesis de otras sustancias como los glóbulos rojos o las proteínas.
Es conocido que, más de la mitad de la vitamina A y casi toda la vitamina C que necesitamos la proporcionan los vegetales, al igual que cantidades importantes de hierro y calcio. Dentro de las verduras, las más interesantes por su aporte en Vitamina A y C son los tomates, los pimientos rojos y verdes, la zanahoria, la acelga, la espinaca y las ensaladas.
Además, las verduras poseen bajo contenido en proteína (20%) y grasa; cuentan con bajo contenido calórico y un 80% como de agua. Un alimento muy saludables ya que aporta muchos micronutrientes, que actúan sinérgicamente como antioxidantes, y ayudan a proteger de enfermedades, tanto cardiovasculares como del cáncer (próstata, colon) así como a mantener la salud de los tejidos como la piel y mucosas del cuerpo.
Por todo ello, el mundo vegetal debería tener más presencia en la dieta diaria, ya que además con éste se pueden cocinar platos de lo más variado, equilibrado y sin carencias nutricionales. La Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo diario mínimo de 400 gramos de frutas y verduras, que contribuyen a la prevención de enfermedades.
¿Qué nos aportan los vegetales congelados?
- Las verduras son ricas en potasio y ayudan a evitar la retención de líquidos. Además, al consumir vegetales se previene la hipertensión.
- Carecen de grasas y son pobres en calorías, por lo que ayudan a combatir la obesidad. El resultado de su ingesta es menos colesterol y triglicéridos y por tanto, menos patologías cardiovasculares.
- Ricas en minerales como hierro, zinc, fósforo, potasio, calcio, magnesio o cobre, micronutrientes imprescindibles para el buen funcionamiento de nuestro organismo.
- Muchas vitaminas y fibra. En general, mientras las vitaminas A y C permiten mantener fuertes las defensas contra las infecciones, las vitaminas del grupo B fortalecen el sistema nervioso. Además, la fibra ayuda a regular el tránsito intestinal y los antioxidantes frenan el envejecimiento y previenen de enfermedades.
Y para quienes practican deporte…
En definitiva, las vitaminas que aportan las verduras intervienen en muchos procesos metabólicos.
Participan en la obtención de energía y en la síntesis de sustancias y estructuras vitales como las hormonas o las proteínas, tan importantes en el mantenimiento y crecimiento muscular.
Son fantásticas para quienes hacen deporte. En este sentido, las espinacas o los guisantes son ricos en vitamina B2, fundamental en el metabolismo energético, es decir, para el conjunto de reacciones químicas necesarias para la producción de energía y el mantenimiento de la vida.
Otras verduras como la coliflor o el tomate son ricas en vitaminas B8 importante en el funcionamiento del sistema nervioso y circulatorio y en la producción de energía. La carencia de vitamina B8 provoca dolor muscular y fatiga. Las verduras y hortalizas de hoja verde como las espinacas, acelgas, canónigos o brócoli son ricas en vitamina B9 o ácido fólico. Vitamina necesaria para el crecimiento y reparación de las células musculares que también interviene en la formación de glóbulos rojos, importantes en el rendimiento deportivo y en el aumento de resistencia física.
Por su parte, la vitamina C, presente en pimientos y tomates entre otros, interviene en la formación de colágeno que resulta vital en el crecimiento y mantenimiento de huesos, tendones y ligamentos así como en la recuperación de fracturas o lesiones deportivas.
Los vegetales de hoja verde suponen el grupo con más vitaminas. Además de las vitaminas ya citadas, poseen vitamina A, E y K. La vitamina A interviene en la formación de tejidos. La E es fuente de antioxidantes, repara los tejidos dañados e interviene en la formación de glóbulos rojos. Por otro lado, la vitamina K desempeña un rol fundamental en la coagulación de la sangre y la cicatrización de heridas y lesiones.
Deja una respuesta