Las verduras congeladas no deben faltar en los comedores escolares
Con las vacaciones ya casi olvidadas… la vuelta a la rutina se convierte en un proceso duro, para mayores y pequeños, ya que toca volver al ritmo de vida normal. Vuelta a los horarios, a las responsabilidades diarias y a ambientes no tan distendidos como los que encontramos en verano.
Uno de los aspectos que más cambia en vacaciones es la rutina con la alimentación. En verano se permiten una serie de excesos, tanto en los horarios como en la dieta diaria, y “la vuelta al cole” es el momento clave para recuperar los buenos hábitos de alimentación, especialmente entre los más pequeños.
En los últimos años, la OMS está constantemente alertando por el preocupante aumento de la obesidad infantil y de los malos hábitos que están adquiriendo los más pequeños de la casa. Una rutina muy difícil de cambiar en la edad adulta.
Por eso es clave cuidar la alimentación de los niños durante la etapa de crecimiento, ya que un niño sano hoy, será mañana un adulto sano.
Una de las recomendaciones más repetidas, para llevar una dieta sana, es consumir un mínimo de 400 g diarios de frutas y verduras, alimentos clave por su alto nivel en vitaminas, minerales, fibra y nutrientes esenciales para el cuerpo humano y porque son bajas en calorías.
Los colegios, clave en la educación alimentaria
Tanto los padres, como el entorno escolar juegan un papel fundamental a la hora de favorecer una buena conducta alimentaria para promover hábitos saludables desde edades tempranas y fomentar una educación en materia de alimentación.
Las intervenciones en la escuela llegan a grandes grupos de niños de todas las clases sociales, y los mensajes aprendidos pueden transmitirse a la familia ayudando a modificar comportamientos.
Por eso, tanto las clases como el comedor se posicionan como dos enclaves estratégicos para concienciar a los más pequeños de la importancia de llevar una dieta saludable para la salud. Todo ello acompañado de la práctica de ejercicio físico a diario.
El papel de las verduras en la dieta diaria
Para todos son conocidas las recomendaciones en torno al consumo diario de frutas y verduras para llevar una vida sana. Al año se lanzan numerosas campañas que buscan concienciar a la población de la importancia de incorporar esos productos a la dieta diaria. Y es que las verduras son una pieza clave en la nutrición de las personas que ayudan a prevenir enfermedades como el cáncer, la obesidad, la diabetes, y algunas enfermedades cardiovasculares.
Una alternativa que te permite llenar la nevera de alimentos saludables, por sus características especiales, son las verduras congeladas. Varios estudios demuestran que no hay diferencias nutricionales entre las frescas y las congeladas, y que, en algunos casos, las congeladas resultan más completas que las frescas ya que gracias a la ultracongelación los productos son seleccionados y procesados en sus mejores condiciones.
Por eso, las verduras congeladas son un producto clave para los comedores escolares. Siempre están disponibles, son igual de nutritivas que las frescas, son fáciles de preparar y servir ya que llegan consumidor lavadas, cortadas y listas para cocinar, permiten un ahorro de tiempo y dinero y, además, no se desperdicia nada.
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