Al vapor, hervida, cruda, cocida, licuada… más allá de ayudar a broncear la piel y ser buena para la vista, la zanahoria cuenta con gran cantidad de beneficios que reporta al organismo. Se recolecta durante todo el año pero los mejores meses son de mayo a diciembre y los meses de enero y febrero.
La clasificación más generalizada de zanahorias atiende a factores de forma y tamaño de los ejemplares, pudiendo encontrar:
Las zanahorias son una mina de oro en nutrientes y es una verdura que debe ser consumido diariamente, y puede ayudar mucho en la salud. Las zanahorias contienen una cantidad asombrosa de 490 fitoquímicos, de los cuales, todos ayudan al cuerpo a funcionar mejor. Los fitoquímicos son sustancias de plantas bioactivas naturales encontradas en frutas, verduras, y nueces, que proporcionan beneficios a la salud humana.
La zanahoria también es rica en betacaroteno y provee dosis destacables de minerales como calcio, hierro, potasio, fósforo y otras vitaminas, como las B, C, D, E y ácido fólico.
Al tener mucha vitamina A o niacina, la zanahoria previene enfermedades en los ojos, fortalece el sistema inmunitario y tiene propiedades anticancerosas. También por su alto contenido de vitamina A, este alimento también favorece el buen estado de la piel y de las mucosas.
Dentro de sus valores nutricionales, destaca que una zanahoria mediana tiene 25 calorías, 6 gramos de carbohidratos y 2 gramos de fibra. Además, es una buena fuente de vitamina A.
Visto que las zanahorias son una mina en nutrientes, ello se traduce en enormes beneficios para nuestra salud: