El guisante, Pisum sativum L., procede de semillas inmaduras de la planta del guisante, perteneciente a la familia de las Leguminosas.
Tras la recolección, la vida del guisante es breve lo que provoca que su valor nutritivo se vea considerablemente reducido en escasos días. Por ello, siempre es preferible comprarlos congelados para mantener su alto valor nutritivo y sus propiedades originales.
El guisante se encuentra dentro de la vaina y es de color verde intenso, con forma ovalada y con un sabor suave.
El guisante es un alimento rico en minerales y vitaminas con importantes propiedades digestivas, depurativas, remineralizantes y reconstituyentes. Aporta un importante valor de energía y proteínas lo que constituye un alimento fundamental en etapas de crecimiento y en dietas para personas enfermas.
Es considerado cardiosaludable y beneficioso para el funcionamiento del sistema nervioso por ser fuente de minerales, especialmente de fósforo y potasio y, en menor medida, de hierro, calcio y magnesio.
Destaca su nivel de vitamina B3, vitamina B6, vitamina C, vitamina E y folatos. Se recomienda el consumo de folatos porque contribuyen en la formación de glóbulos rojos, y por tanto, ayudan a combatir la anemia.