La espinaca, Spinacia oleracea L., pertenece a la familia de las Chenopodiaceae junto con otras verduras de hoja como la acelga. La espinaca se desarrolla en primavera y otoño especialmente,pero es posible recolectarla durante todo el año.
En cuanto a variedades, existen ciclos cortos, medios y largos, cuya duración entre siembra y recolección puede ir desde 50 a 130 días. El cultivo de espinaca dedicado a la ultracongelación se produce en Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Aragón y Navarra.
La parte aprovechable de la planta son las hojas cuando ésta aún no ha florecido. Este vegetal puede perder más del 75 % de sus propiedades si no se consume en un plazo corto tras su recolección. Por esto la forma óptima de conservar sus propiedades naturales es mediante congelación.
La espinaca está compuesta en su mayor parte por agua y tiene un bajo contenido en hidratos de carbono y grasa. Es uno de los vegetales más ricos en proteínas y fibra.
A su vez, es una de las verduras más ricas en betacaroteno, provitamina A, que previene enfermedades de los ojos, fortalece el sistema inmunitario y tiene propiedades anticancerosas.
El ácido fólico o vitamina B9, hace de este un alimento muy recomendable para su consumo en etapas de embarazo o lactancia. El ácido fólico es beneficioso para la formación de tejidos y el sistema nervioso. La vitamina K de este vegetal se asocia a una correcta coagulación de la sangre y a un mejor metabolismo de los huesos.
Entre sus beneficios para la salud destaca la reducción de enfermedades cardiovasculares, enfermedades degenerativas y cáncer. Previene la aterosclerosis y es apropiada para personas hipertensas gracias a su alto contenido en potasio, que también favorece la eliminación de líquidos en exceso.