La acelga, Beta vulgaris, es una planta herbácea que se incluye dentro de la familia de las Quenopodiáceas, a la que también pertenecen otras 1.400 especies de plantas propias de las zonas costeras o de terrenos templados. A esta familia pertenecen las espinacas y la remolacha.
Las variedades más conocidas de la acelga son:
Se puede consumir toda la planta, incluidas las pencas de las hojas, siempre que estas sean pequeñas porque si se dejan crecer la penca tiende a amargar. El sabor de las hojas de acelga es similar al de las espinacas. Las pencas resultan muy carnosas, con un sabor vegetal muy suave.
Es una verdura con un alto contenido en agua (48%) con cantidades insignificantes de hidratos de carbono, proteínas y grasas. Constituye un alimento rico en vitaminas, sales minerales y fibra.
Es una de las verduras más abundante en folatos, vitamina que interviene en la producción de glóbulos rojos y blancos y en la formación de anticuerpos del sistema inmunológico. Sus hojas verdes más externas son las que más vitaminas poseen.
Esta verdura destaca respecto al resto por su mayor contenido en magnesio, sodio, yodo, hierro y calcio. En la acelga, el mineral más abundante es el potasio, necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal.