El proceso de congelación evita la pérdida de nutrientes
La verdura congelada se recolecta y trata de forma muy rápida, de manera que no da tiempo a que pierda ninguna propiedad. Nutricionalmente es igual de aceptable que la fresca y el proceso de congelación no destruye los nutrientes, sino todo lo contrario.
Entre los estudios que corroboran esta afirmación, está por ejemplo el elaborado por la Universidad de California-Davis hace menos de un año.
La Fundación de Alimentos Congelados y la Universidad de California-Davis dio a conocer un estudio que muestra que el contenido de nutrientes de ciertas frutas y verduras se conserva mejor en el congelador que en el refrigerador.
Los investigadores evaluaron el contenido en nutrientes de zanahorias, brócoli, judías verdes, guisantes y espinacas; cada producto fue analizado tanto fresco (el mismo día de la recolección y con tres y diez días de conservación en nevera) como congelado (el día de recolección, a los 10 y a los 90 días). Los resultados revelaron que la presencia de vitaminas A, B2, C y E era igual en los alimentos congelados que en los frescos, y que incluso se conservaba bastante mejor pasado el tiempo. En cuanto a la fibra y los minerales (calcio, magnesio, zinc, cobre y hierro), los congelados mantenían peor estos nutrientes, pero con muy poca diferencia.
La frescura y la calidad en el momento de la congelación afecta a la condición de los alimentos congelados. Si se congela en su mejor momento de calidad, los alimentos descongelados conservan mejor sabor que los alimentos congelados cerca del final de su vida útil. Así si se congelan las verduras en el momento de su recolección, estas conservarán todas sus propiedades nutricionales en vitaminas, color, sabor y textura.